- Termino con este blog el apartado que he venido dedicando al tema de las relaciones afectivas (modelo de cualquier relación), donde he pretendido hacer reflexionar un poco sobre este complejo tema que en el mundo de hoy se hace cada vez más difícil: relacionarnos bien con otros. Y lo haré acudiendo al análisis de un concepto muy utilizado y muy útil en la vida de la persona: el Proyecto de Vida (PV) pero aplicándolo a la relación. Y con unos breves análisis de lo que considero que caracteriza una relación saludable. Sin pretender una profundidad que no tengo pues no soy experto en el tema, porque hay miles de libros y contenidos al respecto, y además alejándome de cualquier sentido academicista.
Respecto al PV de la relación tengo un aporte que creo es importante. En mi parecer evidentemente una relación – que de entrada se pretende duradera – debe tener un PV que cumpla al menos dos requisitos:
- Que se mantenga actualizándose, adecuándose a los cambios que se dan en la vida de las personas y en las circunstancias. Creo que como en el PV de la persona debe partir de buscar un SENTIDO, un PROPÓSITO. Pero los miembros de la relación van evolucionando en la medida que evoluciona la relación y así por ende este sentido o propósito debe estar en continua redefinición. Que como en el caso de la persona puede tomar la forma de RATIFICACIÓN o de RECTIFICACIÓN.
- Que sea un PV común, de la pareja. Y no la INTERSECCIÓN TRANSITORIA DE DOS PROYECTOS DE VIDA INDIVIDUALES. Pongo un ejemplo real: Una pareja de jóvenes exitosos, recién casados, con un hijo. Buenos profesionales exhibiendo una muy ‘bonita’ relación´. Pero un día a uno de los dos por evolución en su trabajo le surge una oportunidad laboral en el exterior. Que ha soñado siempre. Muy bien paga de modo que el otro puede no trabajar y por ejemplo dedicarse a estudiar. Pero el otro no tiene esto en su plan de vida. Resultado: la pareja se acaba. Mi conclusión es que el PV de la relación fue hasta que se presentó una circunstancia ‘adversa’ un PV de dos personas que estaba siendo una coincidencia temporal de dos PV individuales. Y no lo que parecía ser un PV de la pareja (que supongo llevó a querer tener un hijo en común). Mi conclusión es que el PV de los dos individuos debe estar subordinado al de la relación, lo que implica un sacrificio que se hace solo si tiene sentido, si es más lo que se gana que lo que se pierde. Y debe ser un sacrificio voluntario, no forzado. Igual el PV de la relación no puede asfixiar los PVs individuales. Sería algo así como que es “además de” y no “en vez de”.
El segundo comentario tiene que ver con cuál debe ser la brújula que oriente el PV de la pareja. Esto es muy difícil de precisar. Habrá muchas definiciones. Múltiples perspectivas. Aporto solo unos sencillos criterios para pensar en esta ‘brújula’:
- Uno ya lo expresé atrás: no puede haber relación sana (o saludable) si solo lo “es” para una de las dos partes. Es una antítesis.
- En una relación sana o saludable debe haber un permanente desarrollo individual. Cada uno debe preocuparse por su propio desarrollo y el del otro. Dicho mejor, “debe haber un doble desarrollo personal”. Si uno de los dos se estanca estanca la relación y por ende estanca tarde o temprano al otro. Al respecto digo que una relación es como un caucho: estira y estira, pero no indefinidamente. Si uno de los dos entra en un proceso de evolución más acelerado que el otro tarde o temprano “el caucho se rompe”. Una implicación interesante de esto es que cuando uno de los dos empieza un proceso terapéutico o de crecimiento en una relación que está en problemas, si el otro no lo sigue la relación se romperá pues el que evoluciona podrá decir lo que cité en blog atrás, el muy buen título del libro del Papá Jaramillo: “te amo pero soy feliz sin ti”. Ello porque el costo de mantenerse en la relación para el que evoluciona más rápido es muy alto: lo estanca….
- … el control de la relación, las ‘pujas de poder’, son equilibradas. Digamos que hay un control compartido y que se enfoca en buscar una buena relación y no en el predominio de uno sobre el otro.
- …la definición del otro se ajusta más a lo que el otro realmente es que a lo que se quiere que este sea (por idealización o por necesidad del que define).
- …los conflictos se aprovechan como oportunidades de ajuste y por ende se manejan ‘sobre la mesa’.
- …predominan los círculos virtuosos sobre los viciosos. Así, cada uno es bueno en generar la Mejor Versión del Otro. Como dice Jack Nicholson a Helen Hunt en la película ‘Mejor Imposible’ (As Good as It Gets): “Me haces ser mejor persona” a lo que ella contesta “es el mejor cumplido que me han hecho”.
- Y para no saturar….en una relación sana el amor es la variable crítica (que puede ser que evolucione hacia la amistad profunda) y este se da porque ante todo cada uno lo ha encontrado primero en sí mismo.
Termino acá estas reflexiones sobre las relaciones para no desgastar el tema y poderme concentrar un poco en otro que ya anuncié al inicio: la crianza. Dedicare pocos blogs a reflexionar sobre esto sin pretensión de parecer experto. De hecho como en todo, hay muchos expertos, libros, blogs, talleres y demás. Serán reflexiones al estilo de las ya hechas: simples, desde una perspectiva diferente. Me concentraré entonces en temas como el no buscar la perfección del hijo sino enseñarle a buscar sanamente la excelencia, el enseñarle a luchar y ser resiliente como competencia fundamental que la vida le va a exigir, en la crianza como un proceso muy similar a la publicidad subliminal, y otros. Pero antes haré como hice ya atrás: haré un repaso en el siguiente blog sobre la compleja problemática que se observa en los niños, adolescentes y jóvenes de hoy, para dimensionar el reto y entender la problemática desde una perspectiva amplia. Ya veremos….