waltdisney.jpgFocus Hope

Retomo mi blog luego de una pausa por motivos de salud que me hicieron focalizar mis energías en este delicado tema – salud, bien invaluable. Y lo retomo dando continuidad a los blogs que venía escribiendo en torno al liderazgo inspiracional. Y me basaré en el hombre de una de las fotos, citado en blog previo, Bill Cunningham, cuya historia ya relaté atrás. Pretendo apoyarme en la frase también ya citada, que me resulta tal vez la mejor definición de liderazgo que conozco: “liderazgo es llevar a las personas a niveles con los que nunca hubieran soñado que podrían alcanzar”.

Extraigo de esta frase algunos elementos centrales:

  • De lo que se trata es de elevar los estándares de excelencia de las personas, o mejor, ayudarles a que eleven sus propios estándares. Para ello, el líder debe no solo ser un apasionado de la excelencia, sino tener firme creencia en que tanto él como los que lo siguen la pueden alcanzar. Y es la búsqueda de la excelencia como filosofía de vida, no como un tema puntual. De lo que conozco de Steve Jobs entiendo que era casi un tirano en sus exigencias a otros. Y solo hay que mirar donde sigue estando Apple incluso ya a años de su muerte. Respecto a la excelencia como filosofía versus algo puntual, recomiendo una charla TED que me resultó muy interesante, la de Sarah Lewis (Embrace the near win).
  • Como no basta con exigir, con elevar el estándar de excelencia, hay que empoderar genuinamente al otro para que se dedique a alcanzarlos. El asunto no solo se trata de elevar el nivel de exigencia; es crucial que los seguidores “se la crean”. De lo contrario, lo que se arma es un conflicto para el seguidor (“espero, no quiero defraudar, pero no creo que lo logre”). En últimas, todo va a depender del concepto que el líder tiene del ser humano: si cree en su potencial, en sus posibilidades de logro. Y este concepto, positivo o negativo, estará en la base de la relación con el otro, y se transmitirá probablemente subliminal o tácitamente. Creo que esta es la base de lo que se conoce como Efecto Pigmaleón o también de la que se conoce como la Profecía que se Auto-realiza (self fulfillng prophecy).
  • No solo se trata de exigir y de creer. También de “estar ahí” cuando el otro necesite. De dar soporte. De estimular la actitud resiliente. No hay que olvidar que estamos hablando de “volar alto”. Hay riesgos, momentos difíciles, caídas, quizá retrocesos. Estamos cerca a los Olímpicos, para mi la máxima expresión cultural de búsqueda de excelencia individual. Suelo preguntar a la gente: “¿cuánto se toma hacer un campeón olímpico? ¿cuántos años de trabajo, persistencia, constancia, disciplina? Es muy interesante a este propósito el estudio que cita Sarah Lewis sobre la diferencia en la reacción entre un medallista de plata y uno de bronce, en los Olímpicos. Remontar la adversidad es crucial, y seguramente siempre hay detrás un ‘coach’ o alguien similar que da el soporte para seguir y buscar “la de oro en la próxima”.
  • Finalmente, se trata de buscar la liberación de talento, el apalancamiento en este y la búsqueda de la pasión, en las fortalezas y dones. Y  si el líder no es un ferviente convencido de que todos tenemos talentos y dones por explotar, que podemos perseguir la pasión, no va a poder inspirar fácilmente. Como decía en blog previo: si no cree que la vela da luz, no la enciende (dado el símil de que la pasión es como irradiar luz).

Como conclusión, detrás de inspirar hay un líder, quien en su relación con otros transferirá sus propios conceptos sobre el ser humano, empezando obviamente por el que tiene de sí mismo. Para mi es claro que el concepto que tenemos de otros está en función del que tenemos de nosotros mismos. Así, no se construyen sueños sin la muy firme creencia en las posibilidades de uno mismo y los que le siguen, de alcanzarlos. Por eso siempre el líder debe empezar por él mismo.

Remato con una frase de un líder que hizo de soñar, hacer soñar y alcanzar sueños su vida. El hombre de la otra foto. La frase es: “No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse”. Este es el mensaje que el líder debe dar para inspirar.