


(Hago una pausa momentánea en el tema que me propuse tratar estos días, la Felicidad, para aprovechar un excelente ejemplo de algo que es difícil de hacer, en un tema muy en boga en el mundo corporativo actual, en el área de Gestión Humana)
El gran líder de GE durante más de dos décadas (foto), en su libro Winning, en algún capítulo habla un poco ‘despectivamente’ de la búsqueda de balance entre el trabajo y la vida personal. Por otro lado, en artículo de la Harvard Business Review de hace unos meses, en entrevista al CEO de Lenovo (foto), al final le preguntan a Yang Yuanqing cómo manejan los chinos el problema del balance y la calidad de vida. Muy serio contesta que ellos no tienen este problema, pues para ellos “solo existe trabajar”. Y finalmente, en Japón, el término Karoshi se refiere a la muerte por exceso de trabajo.
Estos días en Colombia hemos presenciado un caso que casi se puede llamar insólito (ver entrevista en El Tiempo del día de hoy). Un (aún) joven ejecutivo (foto) de muy alto nivel, ocupante hasta hace un par de días de uno de los cargos más prestigiosos del país, Presidente de Bancolombia, presentó su renuncia. A un cargo seguramente muy bien remunerado, con altísimo prestigio, estatus, poder, etc. Miembro selecto de la Organización Empresarial Antioqueña, conglomerado muy exitoso y que lidera en el país dando ejemplo de excelencia empresarial.
¿Cómo alguien deja algo tan sumamente apetecido? Casi se puede decir que “se volvió loco” (con el más profundo respeto).
Para mi, es un excelente ejemplo de tres cosas:
- Coraje….para renunciar a los mejores cantos de sirena que ofrece la vida corporativa actual.
- Claridad en el propósito, en “qué vale más que qué” Esta claridad ayuda a decidir cuando hay dilemas difíciles de resolver. Entre otras, porque hace claro que en determinados casos como esos dilemas, no hay “solución cero costo”. Y la claridad ayuda a entender a qué se renuncia, por qué, y a qué costo, que se está dispuesto a asumir. Porque así como hay un costo, hay una ganancia. Y esta también es clara.
- Relacionado con el anterior: claridad en las prioridades. Acá la decisión debió ser algo como “escojo poder, prestigio, dinero, etc.”, o, ” escojo salud, vida familiar, ver crecer a mis hijos…etc.”. Este señor, a quien no conozco pero por lo que se admiro (no solo por corajudo hoy, sino por el espíritu que le imprimió a una entidad como un banco, a la cual “dotarla de corazón” es tan sumamente difícil (business is business…)), la vio clara….una carta, que imagino muy linda, de su hija, le ayudó a ver el camino a tomar.
En últimas todo gira en torno a lo que uno quiere en la vida. A veces necesitamos señales claras para entender que no vamos a poder tenerlo todo al mismo tiempo, sin costo. Y nos toca escoger una opción.
Termino este breve comentario con una frase clásica de aquel a quien he citado atrás, al que llamo “El Poeta de Liverpool”, John Lennon:
“La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
Excelente frase…salvo que uno crea en la reencarnación, solo tenemos una vida por vivir. Y se pasa sorprendentemente rápido.