
Veía recientemente el Carpool Karaoke de James Corden con Paul McCartney. En un momento cantan ambos esa famosa canción compuesta por PMC como remembranza a su madre: Let It Be. Me encanta esa frase de solo 3 palabras pero que inspira buenos pensamientos.
Con mucha frecuencia acudo a esta frase, dando claro está el crédito a Los Beatles, en situaciones en que apoyo a la persona en procesos de crecimiento. El concepto de fondo detrás de la frase tiene que ver con la expresión de la autenticidad, de la Mejor Versión de Sí Mismo.
En procesos de cambio personal, sean de tipo psicoterapéutico o de tipo ‘coaching’ (concepto ya tan lastimosamente vulgarizado y desgastado), le digo a la persona: “¿Realmente Usted lo que quiere es cambiar? ¿Es ese el mejor verbo a conjugar?”
“Cambiar” no es dejar de ser ‘algo’. No es ‘quitarse algo de sí mismo, que resulta molesto’. Claro, la persona ha acudido a buscar ayuda para cambiar algo que le trae dificultades. Y suele pretender ser diferente, ser otra cosa. Pero si se ‘hila delgado’, primero que todo, cambiar no es en sí mismo posible. Uno tiene una esencia, y creo que es permanente.
Lo que la persona tiene que hacer es muy paradójico. Primero tiene que aceptar lo que es, lo que llamo su ‘realidad actual’ (sin este paso nunca lo va a lograr realmente). Y luego, si es del caso, buscar ‘cambiar’. Pero acá aparece la paradoja. En la medida que la persona va aceptando lo que es realmente, va dejando de buscar cambiar. Pasa a buscar SER, AFIRMAR SU INDIVIDUALIDAD. Que es todo lo contrario. Un parentesis: este proceso implica por fuerza la comprensión de las distorsiones en la definición de si mismo, que el proceso de crianza y socialización han traído. Y la consecuente corrección de estas distorsiones. Un excelente ejemplo de esto es el libro Quiet, de Susan Cain, excelente defensa de la introversion.
¿Y qué requiere hacer la persona? Fundamentalmente ampliar la comprensión – constructiva – de sí misma. Tiene que aprender a verse sin calificativos (uno se llena de adjetivos en el análisis de si mismo, lo cual es en sí mismo un hecho derivado de la vida en sociedad), sin juicios. La comprensión como proceso cognoscitivo debe anteceder al juicio.
¿Qué hace difícil este proceso? Que tanto aceptar como comprender son verbos con anclaje tanto racional como emocional. Todo empieza en lo racional, pero debe ir penetrando el plano emocional gradualmente (si la mirada hacia adentro es constructiva). La forma más simple de ejemplificar la diferencia entre una ‘verdad racional’ y una ’emocional’, es la muerte: aceptar la muerte como hecho inevitable, racionalmente, es fácil; emocionalmente puede serlo muy difícil.
Reafirmando lo expresado atrás, el tema crucial cuando se ahonda la aceptación / comprensión (‘compasión’) de sí mismo, es que la persona deja de querer cambiar, en cuanto a buscar ser otra cosa diferente a lo que es. Y empieza a querer es SER MAS LO QUE ES, que podemos hacer análogo a CRECER; es decir, radica en AGREGAR a lo que ya hay, en contraposición a QUITAR (“lo que no me gusta de mi mismo”).
Parece un bobo juego de palabras, pero según mi experiencia es ahí donde está el real bienestar del ser humano. Y para ligar esto con la canción (en la foto, el álbum que se sacó con el título de la canción, que si no estoy mal, fue el último de Los Beatles): si lo que hay que hacer es buscar la esencia y afirmarla, esto fundamentalmente implica DEJAR SER, expresar libremente aquello que constituye el núcleo de uno mismo. Y dejar ser (déjalo ser) traduce justamente LET IT BE.