Tal vez de lo más interesante que tiene el ser humano es la extrema variedad de formas que puede tomar el talento. Si ve uno por ejemplo programas del tipo America’s Got Talent, o videos que circulan a diario en las redes sociales, no deja uno de sorprenderse sobre los altísimos niveles de ejecución que alcanzan algunas personas; no importa en que oficio o actividad.

Una pregunta interesante a hacerse es si el talento es exclusivo de algunos, o si es ‘intrínseco’ a la persona. Creo más en la segunda opción. Creo que todo ser humano (en general) tiene algún talento. A veces oculto, a veces inexplotado. Pero que ‘ahí está, ahí está’.

Mi teoría es que también cada persona tiene algún tipo de inteligencia en la que es fuerte dentro de la variedad de inteligencias que se identifican hoy en día. El funcionamiento cerebral es para cada individuo diferente al de otros. Esto ya está muy estudiado; pero quizá no tan comprendido en muchos planos.

El asunto está en cómo encontrar el talento en sí mismo. O como potenciarlo en uno mismo o en otros. Acá creo que no nos ayuda el paradigma imperante en nuestra sociedad occidental, que tiende a estandarizar al individuo, en vez de basar su desarrollo en afirmar aquello que lo hace único.

Tomemos por ejemplo el caso del ambidiestro. O quizá el del zurdo hará un siglo. La educación lo forzaba a buscar el dominio con la mano derecha, como sucede con el 90% de la población. Y por fuerza lo lograba. Pero la excelencia no se alcanza sino con el ejercicio de las fortalezas, del talento.

La educación occidental tiene aún, a pesar de sus muchas cosas buenas, el gran problema de ser estandarizadora. El gran reto radica en que para el individuo, en el cada vez más retador mundo actual (robótica, inteligencia artificial, etc.), y para las organizaciones, en un mundo en el que la Guerra por el Talento es cada vez más intensa (por ser factor diferenciador clave), solo la apreciación y el aprovechamiento del talento serán los ‘chalecos salvavidas en las tormentosas aguas’ que se avecinan. El individuo, y la organización, necesitan saber identificar y potenciar su talento. De lo contrario, como dicen los jóvenes de hoy, pailas.

Una pregunta que ve uno que le cuesta trabajo contestar a la persona, es cuáles son sus principales talentos. Cuando no son tan evidentes (por ejemplo, un genio musical), no parece que seamos buenos en identificar la que es tal vez la principal variable de nuestro éxito y supervivencia.

Así las cosas, ¿sabe Usted cuáles son sus principales talentos? Si no lo tiene claro, no vea tanto America’s Got Talent. Mejor aprenda a verse bien en el espejo.