El cuento de Hans Christian Andersen sobre El Traje Nuevo del Emperador, es una muy buena referencia a la tendencia muy humana de buscar congraciarse con el poder. Un emperador muy vanidoso, y una Corte y unos súbditos muy aduladores, le hacen creer al mandatario que un inexistente traje, fabricado por dos pícaros, era maravilloso. Todo funciona bien para beneplácito de los pícaros, hasta que en un desfile un niño (ajeno a la búsqueda de congraciarse con el poder) grita: “el Emperador está desnudo”.
Greta Thunberg (foto), una joven de 16 años, sueca, activista pro ambiente y quien puede llegar a ser Premio Nóbel de Paz, inicia un proceso de protesta, sola. Frente al Parlamento de su país. Gradualmente las redes sociales van haciendo masivo su mensaje de protesta. Un día se para frente a un micrófono en el Foro de Davos (Suiza), a donde van una vez al año los que “manejan el mundo”. Y llena de coraje, los regaña sin piedad. A mandatarios, CEOS, grandes multimillonarios…..y les reclama por la absurda devastación que con su silencio cómplice está acabando con el planeta.
La prensa ha reseñado recientemente esta historia. Dicen que tiene Síndrome de Asperger. Lo que creo es que tiene Síndrome de Conciencia o Síndrome de Berraquera.
Es increíble lo que nos enseña esta joven sueca, en plena adolescencia. A luchar por una causa, así sea sola. A exigir responsabilidad a los políticos. A tener coraje frente al Poder. A tener convicciones. Y a decir la verdad.
A decirle al poderoso Emperador que está desnudo. Pues aunque nadie quiera verlo, efectivamente está desnudo.
Ante estos seres humanos es ante los que hay que inclinarse y quitarse el sombrero. Y saludarlos con respeto. Porque nos invitan a ser mejores.
