Cuando fui al gran médico

me preguntó: “Por qué llevas muletas?”

Y yo le dije: “Por que estoy tullido.

“No es extraño”, me dijo,

“Prueba a caminar. Son esos trastos

los que te impiden andar.

“Durante siete años no pude dar un paso.

¡Anda, atrévete, anda a cuatro patas!”

Riendo como un monstruo,

Me quitó mis hermosas muletas,

las rompió a mis espaldas y, sin dejar de reír,

las arrojó al fuego.

Ahora estoy curado. Ando.

Me curó una carcajada.

Tan solo a veces, cuando veo palos,

camino algo peor por unas horas.

Bertold Brecht (foto), Poemas y canciones.

Hay en Netflix un documental donde una experta en autoayuda inicia con una historia sobre un rey que tenía dos halcones. Uno volaba majestuosamente, el otro no se despegaba de la rama de un árbol. No quería volar. El rey busca por todo el reino quien le cure al halcón temeroso, pero es infructuoso; nadie puede hacerlo volar. hasta que se presenta un campesino; genera burlas y escepticismo, pero el rey le da la oportunidad. Cuando de repente ve los dos halcones volando. Busca al campesino y le pregunta cómo logró lo que nadie había podido. Y este le dice: “solo le corté la rama”.

El poema y la historia tienen un factor común, muy ligado al crucial concepto de empoderamiento.

Si dejamos que el otro (hijo, colaborador….) utilice las “muletas”, se “quede en la rama”, no se verá forzado a caminar, a volar. Se quedará atrapado en una zona de confort segura, pero que lo empobrecerá. No le permitirá encontrar su espíritu de lucha, su resiliencia. No sabrá cuanta fuerza tiene. Estará protegido, pero también preso por el temor.

Líder, mentor, coach, maestro…cualquiera que sea el concepto, el aporte que hacemos a otros va a depender de los paradigmas que tengamos sobre la persona, sus posibilidades, sus limitaciones….

Todo depende de nuestro paradigma. Lo sabía Bertolt Brecht.