Hace ya muchos meses, si no años, que no escribo en mi blog. Con el inicio de este año 2.025 quiero volver a hacerlo, sistemáticamente. Por lo pronto me voy a concentrar en el mundo moderno y las diferentes problemáticas que afectan a los individuos, a nivel global o en ocasiones, más a nivel local. No haré un análisis ‘académico’, y menos, exhaustivo y profundo. Solo lo necesario para proveer un contexto.
Inicio citando un excelente párrafo, el primero, del siguiente libro:

El párrafo:

Traigo esto a colación porque creo que antes de buscar una visión optimista de la vida hay que ser ante todo realista. Buscar dimensionar y entender el mundo en que vivimos, los retos y dificultades que crea al individuo…solo así podremos buscar cómo enfrentar esos retos, que “están ahí”. La fuerza está en el individuo, sin duda. Pero sin desconocer nunca el mundo que lo rodea.
Inicio entonces con un breve listado de los problemas que se observan en el mundo actual que inciden en el bienestar de la persona. Esta información la saco básicamente de recortes de prensa guardados por algún tiempo (por ejemplo, estudios de la OMS). Los agruparé artificialmente y en lo posible señalaré en una primera instancia como afectan a las personas. En otras ocasiones seguiré con el análisis de las más importantes problemáticas que se encuentran en los diferentes estudios y análisis de expertos. Para luego buscar, en la parte más optimista, algunas salidas a estas problemáticas. Esto me tomará varios escritos.
Problemas sociopolíticos:
- Polarización política y social extrema (conduce al incremento de la intolerancia al otro, cualquiera que sea la diferencia existente entre los individuos)
- Crecientes desigualdades sociales y económicas (conduce a la desesperanza, especialmente en poblaciones vulnerables alrededor del mundo)
- Migración y tensiones políticas (conducen a la intolerancia y la radicalización, a nivel global)
- Conflictos prolongados a lo largo y ancho del mundo (guerras crónicas, tensiones elevadas entre bloques y países…)
- Desplazamientos forzados (ligado a la creciente migración y esta a la extrema pobreza y a conflictos locales de los cuales debe huir masivamente la gente; conduce al desarraigo de la persona, la frustración, el sentido de no pertenencia – tan vital para la persona)
Amenazas globales:
- Creciente crisis climática & calentamiento global (conduce a la desesperanza sobre un mejor futuro, clave en las nuevas generaciones)
- Emergencias sanitarias generalizadas (conduce a un profundo temor, como la marca – estoy convencido – que nos quedó en el ‘inconsciente’ con la pandemia del Covid)
Problemas socioeconómicos y sociales en general:
- Altos niveles de pobreza e inequidad en el mundo (conduce a la muy ‘corrosiva’ desesperanza, a la frustración)
- Crecientes cambios demográficos a nivel global (conduce por ejemplo a que cada vez haya más adultos mayores, población esta muy vulnerable a la soledad)
- Recesiones económicas y amenazas para conseguir empleos estables o formas alternas de ser productivo (conduce a una sensación creciente de inestabilidad y vulnerabilidad; creo que esto se observa en poblaciones crecientes de los que se llaman NINIS – ni estudian ni trabajan; o, a los temores crecientes ante el avance de la Inteligencia Artificial y el desplazamiento de las personas en el mundo del trabajo)
- Elevados niveles de violencia (acá solo señalo los niveles dramáticos de violencia intrafamiliar o contra la mujer)
Si bien ya traté de señalar en qué forma afectan estas variables, señalo en breve algunos de los grandes problemas que se observan (o que yo mismo veo) y que afectan el bienestar emocional del ser humano en nuestro mundo actual:
- Soledad del individuo (más profunda de lo que se percibe; la persona parece estar cada vez más acompañada, y en el fondo cada vez está más sola, al menos en el plano emocional)
- Aislamiento y sensación de exclusión (“no soy parte de…, no pertenezco”)
- Presión mal entendida a la excelencia (“haga lo que haga, no soy suficiente”)
- Pérdida de sentido de vida (ejemplo, altos índices de suicidio, especialmente en población joven)
- Depresión y perdida de alegría de vivir
- Ansiedad y altos niveles de estrés
- Desesperanza (“no futuro”, ligado a la pérdida de sentido de vida)
- Sensación de vulnerabilidad ante altos niveles de maltrato (acoso sexual, violencia intrafamiliar, feminicidio, matoneo, etc.)
- Problemas de autoestima (o mejor, deterioro en la definición y consecuente valoración que la persona hace de sí misma)
- Desempoderamiento, entendido como la concepción de la persona como incapaz de modificar sus circunstancias
En otros blogs desarrollaré estos puntos en mayor detalle. Pero téngase en cuenta que más adelante buscaré concentrarme en las opciones del individuo, con base en la suposición fundamental, muy del estilo de Viktor Frankl, o por qué no, del famoso consultor y autor Steven Covey (Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Eficaz), en el sentido de que aunque no se puede desconocer el efecto del entorno, la libertad y la fuerza del individuo están en su interior, y es en buscarla en lo que le conviene concentrarse. Esta es la base de la hoy tan de moda búsqueda de la felicidad.