Continuando con los temas de la precaria salud mental (o mejor, el malestar emocional) en el mundo actual, y luego de analizar un poco el problema de la soledad (interior) de la persona, analizaré en este blog un poco de un tema fundamental: LA DESESPERANZA, EL ‘NO FUTURO’.
1. Ante todo, lo enmarcaré en algunos aspectos claves de la vida actual, sin saturar con números y análisis de las grandes problemáticas que se relacionan con estos temas, como pueden ser: el cada vez más complejo problema de las migraciones; los muy altos índices de desplazamiento forzado (que desarraigan a las personas); la muy alta desigualdad, altos niveles de pobreza e inequidad; la crisis climática (no solo como causa de fenómenos como los anteriores, sino también como generadora de pesimismo), y, creo firmemente, la sensación de vulnerabilidad que dejó la pandemia de Covid.
Sorprende que estos fenómenos se ven a nivel global y local. Es decir, la “enfermedad es de todo el mundo, en mayor o menor grado”.
Un primer caso, que sirve muy bien de modelo, es el de los llamados NINIS, que son los jóvenes que NI estudian NI trabajan, dentro de los que se distinguen los desempleados (buscan trabajo pero no lo encuentran) y los inactivos (no buscan trabajo, por pérdida de entusiasmo o por circunstancias adversas). Es más alto el porcentaje en jóvenes de 19 a 24 años que entre 25 y 29, considerándose esta la población social más vulnerable. Y en este caso, el fenómeno es mucho más alto en la población femenina. En síntesis, un aspecto clave de este fenómeno es el efecto que tiene a largo plazo para los individuos, y también para las economías.
Otro fenómeno clave es el de los migrantes, tan actual, con efectos muy complejos como la polarización política y el populismo. Baste citar que según la OIM a fines de 2.020 se estimaba que unos 281 millones de personas eran migrantes, un 3,6% de la población. En Colombia, solo los venezolanos sumaban 2,8 millones. Y en el caso del desplazamiento forzado, muy ligado a la migración, según la ACNUR a fines de 2.023 había más de 117 millones de desplazados, el 1,5% de la población mundial; de estos, 75,9 millones eran desplazados internos (68,3 m. por conflictos y violencia, y 7,7 m. por desastres naturales). En Colombia, según el Registro Único de Víctimas, los desplazados internos eran a fin de 2,.023, 5.077.100 personas. Y cerrando este tema de fenómenos y estadísticas, el tema de la inequidad puede ejemplificarse con un dato de Oxfam Intermon: el 1% de la población mundial más rico posee la misma cantidad que el 95% de esta población sumados.
2. Sirva lo anterior, árido en sí mismo, solo para dejar claro que existen grandes cantidades de personas en el mundo, y en nuestro medio, cuyas circunstancias les son sumamente adversas. El entorno no ayuda, y el pesimismo y la desesperanza se consolidan. El “para qué lucho” . Todo lo anterior, y varios otros fenómenos que ya analizaré, a nivel emocional se refleja en los altos niveles de suicidio (especialmente entre los jóvenes), depresión, ansiedad y otros.
3. ¿Qué genera esperanza? ¿Qué hace que el individuo busque superar obstáculos tan profundos?
Hace algún tiempo escribí un blog, en el que usaba el concepto de Tierra Prometida, haciendo una analogía con Moises guiando al pueblo de Israel en la búsqueda de una tierra prometida, pero teniendo que atravesar el desierto. Y preguntaba por qué sigue uno en la mitad del desierto, y no se deja morir a pesar de la tremenda dificultad de atravesar un desierto. Y la respuesta: por la ilusión de un futuro mejor. Por eso lucha el individuo contra la adversidad.
4. La resiliencia: Este concepto, tan de moda, pero tan sólido (vale para personas, hábitats, comunidades, etc.), y que puede definirse como “la capacidad de un sistema, una empresa o una persona para mantener su ‘propósito central´ e integridad de cara a circunstancias cambiantes muy dramáticas” (Andrew Zolli, Resilience, 2012), nos ayuda en el análisis. Cuando se habla de resiliencia en las personas, se encuentra que, contra lo esperado, aproximadamente un 80 % de las personas son resilientes. Digo así, que el ser humano viene diseñado para luchar. Y no sorprende: se codificó en el ADN de los primeros homínidos, para sobrevivir en un ambiente extremadamente hostil: o luchaban por sobrevivir, o se los comía un dinosaurio!
Hay mucho que se puede decir sobre la resiliencia en el humano. Por ejemplo, que es mejor concentrarse en las fuerzas que llevan a sobrevivir, que en los riesgos de las situaciones.
Para el caso de este blog, cabe decir que una variable crítica de la resiliencia es el TENER UN PROPÓSITO CENTRAL, que ayuda a seguir adelante cuando hay una fuerte adversidad. Esta idea la retomaré en breve, pero es central.
5. Más allá de sobrevivir o remontar la adversidad: La resiliencia es crucial. Pero no basta con buscar sobrevivir. Hay que lograr VIVIR. Vivir con sentido.
Cuando hablamos de SENTIDO, podemos ver cómo es la variable crítica: ¿cómo poder disfrutar la vida, si dejé atrás mis raíces? ¿cómo, si no tengo oportunidades y la sociedad me deja de lado? ¿cómo seguir adelante cuando la vida me ha dado sorpresas demoledoras?
En este análisis pueden ayudar los conceptos de Víctor Frankl (El Hombre en Busca de Sentido), basado en la experiencia de este psiquiatra austríaco en campos de concentración como Auschwitz y Dachau. Algunas frases sobresalientes de su libro son:
«Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una sola cosa: la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias – para decidir su propio camino»
•«Fue entonces cuando aprehendí el mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor»
•«…pues aún en un campo de concentración es posible practicar el arte de vivir, aunque el sufrimiento sea omnipresente»
•«Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito»
•«…en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros»
He utilizado también un ejemplo de una epopeya de supervivencia, recordada recientemente en una película de Netflix sobre los sobrevivientes del accidente de un avión en los Andes. Cito algunas frases de una conferencia muy interesante de Nado Parrado, quien junto con su amigo Roberto Canessa atravesó la helada cordillera para llegar a los “verdes valles chilenos” y desencadenar el rescate de los 16 sobrevivientes:
•Sobre el amor: “Compartí con ellos lo que de repente me di cuenta que era la verdadera enseñanza de la tragedia: lo que nos salvó no fue ni la inteligencia ni el coraje, ni ningún tipo de competitividad o sentido común, sino NADA MAS QUE EL AMOR, el amor que sentíamos el uno por el otro, el amor por nuestras familias, por las vidas que queríamos vivir tan desesperadamente. Nuestro sufrimiento en los Andes se había llevado todo lo que era trivial e insignificante. Todos nos dimos cuenta, con una claridad difícil de describir, de que lo único crucial en esta vida es la oportunidad de amar y ser amado”.
•«Hago lo que sea por mis hijos»
•«El 100 % quería volver a ver a su familia»
•«Lo que hubiera podido decirles antes y no pude…SAY IT LOUD, SAY IT OFTEN» (que se les quiere)
•«Lo que quería decir (antes de morir, Arturo Nogueira) era que, incluso cuando nos lo habían arrebatado todo, podíamos seguir pensando en nuestros seres queridos, podíamos seguir aferrándonos a ellos en nuestro corazón y valorarlos como los tesoros de nuestras vidas. Al igual que todos nosotros, había descubierto que eso era lo único que importaba»
•Sobre el valor de la vida: «Antes de morir, Arturo Nogueira, uno de los más valientes del grupo, repetía una y otra vez: ‘Incluso en este lugar, incluso aunque suframos, vale la pena vivir la vida’»
•«Encontrar la razón por la que estamos vivos…no solo estarlo»
•«Para mi, el auténtico milagro es que, al vivir tanto tiempo bajo la sombra de la muerte, aprendimos de la forma más vívida y transformadora lo que significa exactamente estar vivo»
•«Por primera vez desde el accidente me entrego, se me afloja todo el cuerpo, me orino encima y me convenzo de que ha llegado el final. Pero cuando comienzo a morirme, me surge una fuerza interior desconocida que me indica que este no es el fin, acompañada de una sucesión de imágenes entrecortadas de mi familia, donde se destaca el rostro sereno de mi madre»
•Y otros: «Mi esperanza es que tú que estás leyendo este libro no esperes tanto tiempo para darte cuenta de los tesoros que tienes»
•Las falsas cimas (nunca es firme el piso, nunca hemos terminado de llegar a la meta…)
•El coraje sale del miedo
•«Nunca fuimos mejores personas que en la montaña»
•«Tu vida empieza mañana»
6. Todo empieza en el interior de la persona: Un análisis sobre estos temas, que no veo con frecuencia, es el que creo lleva a superar la adversidad, enfrentar con éxito las crisis, aflorar la resiliencia….: la REDEFINICIÓN.
El éxito está en lograr redefinirse con éxito. Muchas veces la vida nos ha colocado en una muy agradable zona de confort; pero algún día somos expulsados de esta. Y por fuerza, debemos redefinirnos. Quizá cosas como “soy exitoso…me quebré…no soy nada ni nadie….(lucho)…tengo toda la fuerza que necesito para volver a ser exitoso”… pero no necesariamente ser exitoso se basa en TENER, SER ADMIRADO, ETC, sino en ENCONTRAR VALOR EN MI MISMO Y AFIRMARLO.
A la par, quizá necesitamos redefinir la vida, nuestra forma de relacionarnos con el mundo…
Porque sobrevivir no siempre va a ser fácil pero de alguna forma u otra venimos diseñados para eso. Pero otra cosa mucho ménos fácil (si se quiere), es verdaderamente VIVIR CON SENTIDO.
7. Es la posibilidad de luchar, de construir sueños, lo que desata la gran fuerza que el ser humano tiene en su interior. No podemos basar nuestra calidad de vida en confiar que las circunstancias nos sean favorables. Necesitamos es saber que luchar es muchas veces la única opción, y que venimos diseñados para ello.